VITAMINAS PARA EL ALMA: CARGAD CON MI YUGO.
Resuenan en nuestro corazón estas palabras alentadoras de Jesucristo: “Acercaos a mí los que estáis rendidos y abrumados, que yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy sencillo y humilde” (Mt 11, 28-29).
Nunca pidas a Dios que te aparte la carga, sino que la puedas llevar con alegría y con gozo.