NO SOPORTAR LAS PALABRAS DE CRISTO.
Difícil
tarea es la de convencer a un hombre y a una mujer de la importancia del perdón
cuando están sumidos en un laberinto de odio y de ira tan fuertes hacia alguien
que no soportan las palabras de Cristo: “Se dijo asimismo: Ama a tu prójimo y
guarda rencor al enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rezad por
vuestros perseguidores; así seréis hijos de vuestro Padre que está en los
cielos, que hace brillar el sol sobre buenos y malos y envía la lluvia sobre
justos y pecadores…” (Mt 5,43-45).